No
dejó de causar cierto revuelo en la cerrada sociedad caroreña el matrimonio de
unos de sus miembros, descendientes de vieja y linajuda familia, Don José Félix
Álvarez, con la bella señorita Isabel García, vecina y oriunda de Carache. Del
matrimonio nació en la misma ciudad de 10 de septiembre de 1.874, quien sería
con el correr de los años el ilustre cirujano Dr. Julio Segundo Álvarez (1).
Algunos años después en 1.884 cuando contaba 10 años, el matrimonio se trasladó
a Carora en donde fijó definitiva residencia.
Luego
de haber estudiado por sus padres a la ciudad del Tocuyo, al renombrado
“Colegio La Concordia” dirigió por Don Egidio Montesinos a cursar bachillerato;
desde entonces hasta que se graduó
de Doctor en ciencias Médicas se destacó como un brillante educando. En Octubre
de 1.892 se matriculó para estudiar primer año de Medicina en el Colegio de
Primera Categoría del Estado Lara siendo su profesión de Anatomía el Dr. Julio
Irigoyen y de Higiene Pública y Privada el Dr. J. M. Torrealba. A seguir
segundo año se trasladó a la Universidad Central, contándose entre sus más
ilustres profesores Juan Manuel Escalona, José Gregorio Hernández, Francisco
Antonio Risquez, Luis Razetti, T. Aguerrevere Pacannis, Santos A. Dominici, P.
Acosta Ortiz etc.
Junto
con José Ignacio Cárdenas, Juan Bautista Sáez Carrillo, Plácido Daniel Rodríguez
Rivero, Erasmo Fermín, Rafael Carrillo Heredia, Buenaventura García etc., fue
de los primeros internos por concurso del país, en exámenes rendidos el 16 de
Julio de 1.895.
El
2 de Octubre de 1.897 se graduó de Bachiller en Medicina proponiéndosele para
su desarrollo los siguientes temas: Es el ojo un instrumento óptico perfecto?
El estómago y la gastrostomía, indicaciones técnica operatoria.
El 9 de Octubre de 1.897 recibió el grado de Doctor en Ciencias Médicas de manos del Rector R. Villavicencio. Inmediatamente regresó a Carora en donde ejerció algún tiempo, más tarde viajó a parís para especializarse en Cirugía. En 1.905 cuando la Academia Nacional de Medicina de acuerdo a su ley orgánica escoge los 40 miembros correspondientes Nacionales elije a Julio Segundo Álvarez por Carora.
De
él dice el Dr. Ambrosio Perera en su “Historial Genealógico de familias
caroreñas” (Vol. 11__ 2ª Edición. Gráfica América C.A. Caracas __ 1.967 pp. 36__37): Fue un médico de
profunda erudición y uno de los grandes cirujanos de la época. Estuvo en París
en viaje de estudios y ejerció su profesión en Barquisimeto, donde se conserva
el recuerdo de su pericia.
De
su notable actividad. Como Director del colegio Federal de dicha ciudad,
realizó una brillante labor por su vasta ilustración general, por su carácter,
por sus grandes dotes de organizador. Infelizmente trágico mientras se
encontraba en sus tareas docentes. “No se casó”.
El
doctor historiador R. D. Silva Uscàtegui asienta en su “Enciclopedia Larense”
(Vol. II. Caracas 1.969 pp. 117 __ 119): El año de 1.907 vino a establecerse en
Barquisimeto otro gran cirujano, recién llegado de Europa. Hizo en esta ciudad
una labor científica de las que marcan época en los anales de un pueblo.
Era
ese joven sabio, de apenas treinta y tres años, el Dr. Julio Segundo Álvarez….
De
acuerdo con los adelantos de la época, estableció una sala de Cirugía en el
Asilo del Corazón de Jesús, cuya Dirección Médica se le había confiado. Este
asilo fue el teatro de los grandes triunfos quirúrgica aprendida en Europa,
aunaba el quid divinum de los antiguos.
Sentía
además, verdadera vocación por su profesión. En breve tiempo dio un nuevo y vigoroso
impulso a la cirugía en la región, por la cantidad y calidad de las
operaciones. Hizo gran número de intervenciones de la alta cirugía. Entre
éstas, la primera esplenectomía practicada en Venezuela.
La
efectuó en el Asilo del Corazón de Jesús, en Barquisimeto, el 19 de Abril de 1.909, en un peón de hacienda,
a quien le había dado cuarenta y ocho horas antes, una puñalada en el
hipocondrio izquierdo, por la cual hizo hernia el bazo, que también fue herido.
El
Dr. Álvarez practicó la esplenectomía paracostal, utilizando la herida, que
ensanchó a uno y otro lado. A los 15 días, el herido fue dado de alta
completamente restablecido. Año y medio después lo volvió a ver en perfecto
estado de salud.
En
Agosto de ese mismo año le levaron de Cabudare otro individuo con una puñalada
en el noveno espacio intercostal, por la cual se hernió el bazo. Tenía ya
cuatro días de haber sido herido. En el mismo Asilo de Barquisimeto, el Dr.
Álvarez le practicó una exoesplenopexia.
La
historia clínica de uno y otro caso, fue publicada por el mismo Doctor Álvarez
en la prensa regional, en un artículo titulado “Heridas Hernias del bazo”.
Posteriormente fue reproducido en la Revista “S.E.M.”, de Caracas, por un
sobrino de aquel, el Doctor Alberto Silva Álvarez….
En
atención a éstos méritos, el Doctor Álvarez fue nombrado Director del Colegio
Federal de Barquisimeto, de cuya dirección de encargó el 9 de Enero de 1.909.
El señor Luis Roberto Riera, en sus datos Históricos del Colegio Federal de
Barquisimeto, encomia de la manera siguiente está actuando del sabio Médico:
“Hizo el Doctor Álvarez una labor digna de aplausos durante el corto tiempo que
estuvo frente a la dirección del plantel, siendo el mejor comprobante d ello la
correspondencia que aún se conserva en orden en el Archivo del Colegio, en el
cual salta a la vista el gran interés que él tomó por la buena marcha del
instituto a su cargo”.
Su
juventud, sus condiciones intelectuales, su espléndida preparación científica, la
calidad y cantidad de labor profesional realizada en la sola iniciación de su
carrera, todo hacía presaglar para el Doctor Álvarez una vida gloriosa, colmada
de triunfos. Desgraciadamente el fatídico 21 de Noviembre de 1.910, en momentos
en que el médico se hallaba sentado, enseñando, a sus discípulos del Colegio
Federal, un individuo a quien el propio Doctor Álvarez había nombrado bedel del
Instituto, acercase por detrás en un momento emulsivo y lo mató de un tiro.
Este crimen privó al Estado y a la Ciencia, de un hombre excepcional, de los
que sólo de vez en cuando surge en las colectividades”.
Años más tarde en el mismo
recinto del Colegio Nacional de Barquisimeto el 4 de Julio de 1.911, aquel gran
señor de las letras que fue el Dr. Antonio Álamo, durante la colocación del
retrato del Dr. Luis Mario Castillo exclamaba: “Un día lo fatal agitó sus alas
en este ambiente y profanó el recinto. Como aves espantadas huyeron los niños
por esos corredores, y en la cátedra, sobre el libro mismo que debía ser
inmaculado, cayó perforada por la bala del asesino la cabeza del maestro.
Aquella
alta cabeza pensadora que no debió inclinarse nunca sino en lecho de gloria por
el peso de los laureles”.
Grupo de primeros internos por concurso del Hospital Vargas, entre
ellos Juan Bautista Sáez Carrillo, Julio Segundo Álvarez, Buenaventura García y
Rafael Carrillo Heredia.
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Fuentes Consultada por Carrillo: Cronista de
Carache José Juan Rodríguez
Valera 1973 Publicación: Médicos Trujillanos
Valera 1974
Compilación :Lic Cesar Pernalete & Carlos
E Rodríguez Arrieche 2012
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